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Dependiendo del tipo de auditoría, puede ser únicamente un tema preventivo que ayudará a evitar problemas futuros.

En cualquier empresa, al escuchar la palabra auditoría surgen muchas alertas, incluso puede generar en los trabajadores temor a una crisis económica o cuestionamientos en las decisiones. Sin embargo, ¿una auditoría tiene que llevarse a cabo exclusivamente en un aspecto negativo?

Mary Ann Gamarra, representante del directorio de la Asociación de Empresas Familiares (AEF Perú) señala que esta medida permite visibilizar todos los procesos de una organización. Además, dependiendo del tipo de auditoría, puede ser únicamente un tema preventivo que ayudará a evitar problemas futuros.

“Una auditoría se asemeja a un chequeo preventivo de salud. Consideramos que debe realizarse oportunamente por lo menos una vez al año con la finalidad de realizar ‘descartes’. Continuando con la similitud, si los responsables reconocen algún ‘síntoma’ de que algo no está funcionando bien tienen que acudir inmediatamente a los especialistas”, precisa Gamarra, quien también es gerenta general de la consultora de comercio exterior Gambell Group.

Pero ¿cuáles son los beneficios de realizar una auditoría? la especialista detalla los siguientes:

1. Transparencia: Permite mostrar de manera tangible a terceros (inversionistas, clientes, miembros familiares) que se está cumpliendo con las normas y estándares estipulados.

2. Confianza: Resulta sumamente importante porque da seguridad del trabajo de los colaboradores y los procesos que se están realizando. Este factor cobra mayor relevancia cuando se trata de un grupo familiar muy grande que contempla segunda, tercera y cuarta generación.

3. Corrección: Permite que se identifiquen deficiencias que podrán rectificarse de forma más simple y oportunamente. Asimismo, genera que se planteen acciones efectivas.

4. Oportunidades: Ofrece propuestas de mejoras en la organización gracias a las evaluaciones, cambios de forma positiva que llevarán a obtener mejores resultados.

Finalmente, la especialista de la Asociación de Empresas Familiares (AEF Perú), indica que el auditor que lleve a cabo el análisis tiene que ser preferentemente externo porque así brindará una visión crítica y neutral.

 

FUENTE: El Comercio

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